domingo, 4 de julio de 2010

La vida en un rincón de la sierra peruana



Hace un año tuve la oportunidad de visitar con mi familia un colegio en la sierra norte de Cajamarca, exactamente, en el distrito de Chota. Era el colegio al cual mi padre había ido los primeros años de primaria y después de más de cuarenta años estaba volviendo para hacer una donación: una computadora con todos los equipos necesarios.
El colegio no tenía más de diez salones y alrededor, a lo mucho, había treinta pequeñas casas de material noble. Llegamos un domingo por la tarde en una camioneta, nos estacionamos junto al colegio y ni bien empezamos a descargar las cosas se acercaron todos los pobladores con sus hijos. Rápidamente nos dirigimos al salón donde se haría la demostración de cómo usar la computadora y en donde también se llevaría a cabo una pequeña ceremonia por parte del Teniente Gobernador en agradecimiento por la donación. Claro esta, que para muchos, por no asegurar que para todos, era la primera vez que veían una computadora.
Ya en el salón, todos los pobladores se ubicaron para apreciar como funcionaba dicha máquina. No se como pero hasta llegaron cajas de cerveza y un par de botellas de aguardiente al lugar.
Al finalizar la ceremonia, se colocó música para amenizar el momento. Entonces, mi padre alegremente invita a bailar a una joven paisana. Repentinamente, aparece un hombre totalmente ebrio y toscamente agarra a la mujer del brazo y le dice: “No”. El hombre era el esposo. Mi papá decide no hacer problema e invita a bailar a una anciana. En instantes, me doy cuenta que la mujer le rogaba a su esposo diciéndole: “Pero yo quiero bailar pues Wilberto, quiero bailar”. Ante tanta insistencia el hombre se enfada y le tira un manazo en la cara a su mujer delante de todo el mundo. La mujer reclamó y el hombre se enfadó y a arrastras y bruscamente se llevó a la mujer del salón, mientras que ella decía entre lágrimas “No me quiero ir”.
Lo curioso es que todos los pobladores ahí presentes fueron testigos de lo que había ocurrido y nadie hizo algo, es más nadie se inmutó ni se mostró sorprendido.
Después de 15 minutos más o menos, la mujer regresa al salón sola, despeinada, con un golpe en la cara y llorando se acerca a su amiga y le dice: “El Wilberto es un maldito. Me ha pegado”. La amiga le contesta: “Pero el Wilberto es tu marido pues, tienes que hacerle caso”
Del caso contado, ¿Se está atetando contra la integridad física? Si. ¿Contra la integridad psicológica? Muy probablemente también. ¿Se percibe machismo? Si. Pero, ¿Los pobladores de esa zona lo perciben como tal? De repente hasta ignoran el concepto de machismo y, al parecer, la idiosincrasia de esa zona es vivir bajo la orden del marido.
El rol del género masculino en Chota es autoritario y dominante, mientras que la mujer debe obedecer a los deseos del marido porque sino son castigadas violentamente.
Las causas a esta situación son muchas, entre estas está la falta de educación y, por ende, la falta de información que no permite a las personas de Chota y de pueblos similares concebir otro tipo de pensamiento que mejore el orden social y la calidad de vida.
Para finalizar, probablemente las mujeres de esta zona estén viviendo una situación constante de violencia que pueda terminar en femicidio y, lamentablemente, no cuentan con una entidad que las pueda orientar o que les asegure su bienestar.
En definitiva, el Estado no puede hacer caso omiso a este problema de violencia que se vive en varios rincones casi olvidados de nuestro país.

1 comentario:

  1. Es un problema de desinformación. Falta de educación. Existe en casi todas las provincias del país, pues el estado las tiene abandonadas. Es más, ni siquiera en Lima (en donde el estado centraliza la mayoria de sus obras y campañas) nos libramos de este problema. Lamentablemente podría decirse que 9 de cada 10 autoridades políticas se olvidan de lo que se trata su puesto y se preocupan por ellos mismos, sus familias y amigos, y la manera de como aprovecharse de nuestros impuestos. Es por eso que en elecciones ningún candidato consigue mas de la mitad de los votos y que la cantidad de votos nulos es muy elevada. Estas elecciones que se vienen no van a ser la excepción.

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